En Marzo de 1937 Howard Philips Lovecraft moría de cáncer intestinal a los 46 años de edad, después de un invierno de agonía. Los servicios funerarios se celebraron al mediodía del miércoles dieciocho en la capilla de la compañía funeraria Hijos de Horace B. Knowles, en el 187 de la calle Benefit de Providence. Siendo enterrado en la parcela familiar del cementerio de Swan Point, donde ninguna lápida señala su nombre.
Sus últimos escritos fueron, un poema dedicado a su amigo Clark Ashton Smith ( A Klarkash-Ton, Señor de Averoigne), un larga carta inconclusa a uno de sus numerosos corresponsales, y - científico y materialista hasta el final - una serie de informes sobre los síntomas y progresos de su enfermedad.
La desaparición de Lovecraft provocó una gran conmoción en el vasto entramado del periodismo amateur estadounidense, y entre sus compañeros colaboradores de las publicaciones de fantasía y terror, donde su nombre ya era venerado por un buen número de lectores pioneros, que aún no se habían repuesto de las pérdidas de Henry S. Whitehead y Robert E. Howard.
Su amigo y admirador Clark Ashton Smith, le dedicó al menos tres artículos como homenaje que fueron publicados en Tesser Act ( Abril de 1937), Science-Fiction Critic (Mayo de 1937), y Weird Tales (Julio de 1937). El texto que presentamos es el publicado en Eyrie - el rincón del lector de Weird Tales - la revista que publicó algunos de sus relatos más emblemáticos. Ha sido tomado de Planet and Dimensions, Edición de Charles K. Wolfe. Mirage Press 1973.
Óscar Mariscal, Agosto de 2000 - En el 110 Aniversario del nacimiento de H. P. Lovecraft -
Estoy profundamente entristecido por la noticia del fallecimiento de H. P. Lovecraft después de varios meses de penosa agonía. La pérdida se me antoja irreparable, y estoy convencido de que se dejará sentir, profunda y permanentemente, entre todos los buenos aficionados a la fantasía macabra. De entre todos, quienes más sentirán la pérdida serán la miríada de amigos que le conocían en persona o través de la correspondencia: pues en su caso, el más alto genio literario y artístico iba de la mano de las más brillantes cualidades humanas y de simpatía personal. Yo -¡alas!- nunca le conocí en persona, pero mantuvimos correspondencia durante, casi, diecisiete años, y me atrevo a decir que llegué a conocerlo más íntimamente que a muchas de las personas con las que tengo un trato diario. El primer manuscrito de él, que tuve la oportunidad de leer (probablemente hacia 1920)me confirmó en mi opinión sobre su extraordinario genio literario, opinión que nunca varió un ápice desde aquel momento. Me abrió un nuevo mundo de pasmosas especulaciones y misteriosa amenaza , una nueva dimensión para la imaginación. Desde entonces, él produjo obras rayanas en la maestría, que trascendieron el estrecho marco de la fantasía humana y conquistaron para ésta, nuevos imperios en el vacío "ultra - terrestre". Entre sus relatos, debo mencionar El Extraño (The Outsider), La Llamada de Cthulhu (The Call of Cthulhu), El Color que surgió del Espacio (The Colour Out of Space), Las Ratas en las Paredes (The Rats in the Walls), El Modelo de Pickman (The Pickman's Model),y Los Sueños en la Casa de la Casa de la Bruja (The Dreams in the Witch-House) como mis favoritos. De cualquier manera, hay unos cuantos relatos, que leo - y releo - constantemente, siempre con el sabor que proporciona esa potente y única destilación de sueños y fantasía. Leng y Lomar, Arkham, extraordinariamente poblada por hechiceros, y la maldita y hedionda ciudad portuaria de Innsmouth, son parte de mi geografía mental; junto con la espantosa y ciclópea R'lyeh, que sueña en algún lugar en las profundidades del tiempo. Otros se aventurarán en los reinos que la "Llave de Plata" de su maestría abrió para nosotros; pero nadie los leerá con el mismo placer, ni producirán, para nuestro deleite, las mismas esencias de espanto, belleza y horror.
English original: In Memoriam: H. P. Lovecraft