¡Oh estrellas gigantes, nacidas de luz eterna,
Oh llamas aladas con que el vacío está sembrado,
Como terribles profetas de un Dios desconocido,
Vosotras dictáis la ley en medio de la luz!
Si tan sólo tuviéramos visión para ver y comprender,
Vuestros incontables fuegos serían como un lenguaje diáfano
Que nos revelara aquello que hemos perseguido inútilmente;
La búsqueda terminaría.
¡Oh juveniles mundos, cuyo vuelo de alas fatigadas
Escala ansiosamente la empinada e interminable profundidad!
¡Oh arrugados planetas que oscuramente reptáis
Por órbitas hundidas en la noche!
De igual modo vaciláis en la tiniebla incesante
Que envuelve la verdad inmortal que tal vez no encontréis;
De igual modo ante vosotros los ardientes soles están ciegos
Y la luz puede no alumbrar.
Pues la Vida cuyos ojos sedientos de Dios llegue a ver
La verdad sublime manifestada en las estrellas,
Debe mirar con visión inmutable como el Tiempo,
Extensa como el Infinito.
English original: La Antigua Búsqueda (The Ancient Quest)